Círculo Odontológico Santafesino: Los riesgos de la prótesis dental

La prótesis dental removible es un tratamiento destinado a reponer dientes ausentes y estructuras óseas que se van atrofiando a lo largo del tiempo, tras la pérdida de las piezas naturales, mediante aparatos bucales portadores de dientes artificiales.

Estas prótesis removibles mejoran la masticación, la estética y el habla. Se sujetan a algunos dientes naturales mediante dispositivos no rígidos, llamados retenedores (ganchos) y, a veces, también descansan sobre el hueso cubierto de mucosa. Por estas razones, al morder sobre ellos, se nota un pequeño movimiento y la masticación no es tan eficaz como con los dientes naturales.

Estas prótesis removibles no son meros instrumentos mecánicos sino que transmiten fuerza a los dientes, a las encías y al hueso, motivo por el cual requieren un especial cuidado de adaptación, cuya duración varía según las personas y las prótesis (normalmente, varias semanas). Culminado ese período, el sujeto seguramente no tendrá consciencia de llevar prótesis pero es necesario que tenga paciencia y que, durante este período de acostumbramiento, acuda a su odontólogo para realizar las modificaciones y correcciones que sean necesarias.

Para la colocación y desinserción de estos dispositivos, es necesario acostumbrarse y entrenarse, hasta aprender  en qué dirección deben hacerse los movimientos de empuje y tracción. La prótesis no debe forzarse ni morderse para llevarla a su lugar, porque se hace tanta presión que pueden deteriorarse algunos elementos del aparato o, inclusive, dañar las mucosas.

Con el paso del tiempo, las encías y el hueso sufren modificaciones, produciéndose desajustes en las prótesis, las que deberán ser corregidas por el odontólogo. Entre esas modificaciones adaptativas, que deberán realizarse cada cierto tiempo (según el caso), se encuentran los rebasados, que consisten en rellenar, con resina, las zonas de las prótesis que han perdido contacto con las mucosas, para mejorar la adhesión.

Recuerde que siempre que aparezcan ulceraciones, dolor o inestabilidad de la prótesis, deberá acudir de inmediato a revisión. Si se le presenta algún problema, o cree que se ha producido un hecho anormal, no intente resolverlo usted mismo. Precisamente por ello, conviene realizar revisiones rutinarias con el odontólogo cada seis meses.

No se debe permitir realizar tratamientos protésicos a nadie más que odontólogos. El facultativo es el único capacitado y autorizado para hacerlo.

Gentileza: Círculo Odontológico Santafesino

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